Ale Quelcom
La Audiencia Provincial de Cádiz ha desestimado los recursos de apelación presentados por varias ONG contra la decisión del pasado octubre de archivar la causa, cerrando así el caso por tercera vez y absolviendo los 15 guardias civiles responsables.
El caso del Tarajal se remonta al 6 de febrero de 2014 cuando unas 300 personas intentaron entrar en Ceuta cruzando a nado la playa fronteriza del Tarajal. La Guardia Civil les reprimió mientras estaban en el agua para evitar que llegaran a la orilla: 145 pelotas de goma, 5 botes de humo y cartuchos de fogueo. Fallecieron 15 personas ahogadas. Las 23 que pudieron llegar a Ceuta fueron devueltos inmediatamente a Marruecos – las llamadas “devoluciones en caliente” avaladas por la ley mordaza de Rajoy del año 2015 -.
El fallo rechaza la acusación de homicidio imprudente para los policías porque “sería descabellado atribuir a todos y cada uno la responsabilidad criminal por alguna hipotética desviación de algún miembro del grupo más descuidado o incluso malintencionado”. Sin embargo, no es descabellado absolver a todos los policías responsables de disparar.
Descarta también la acusación de denegación de auxilio porque considera que no existía la obligación de socorrerles porque “no se ha acreditado que hicieran algún requerimiento en ese sentido” y que no existe prueba de que se pudiera apreciar que “alguien se estuviera ahogando o en peligro”. Estos argumentos parecerían un chiste de mal gusto si no fuera porque son la cruda realidad y porque no sólo no socorrieron a nadie, sino que les reprimieron con material antidisturbios.
Hoy la Justicia española ha dado su visto bueno a la masacre del Tarajal. La Justicia ha avalado la violencia y el racismo en las fronteras españolas. Los tribunales hoy amparan a los guardias civiles de Ceuta y dejan impunes los asesinatos de las 15 personas ahogadas en Ceuta: ni justicia, ni reparación, ni siquiera perdón a las familias. El cierre del caso del Tarajal es un aval de la política racista del Estado español y de la “Europa fortaleza”, basada en las fronteras, las alambradas de púas, las devoluciones en caliente y la violencia policial.
Tenemos que luchar por la derogación de la ley de extranjería y la ley mordaza y por la regularización ya de todas las personas sin papeles en el Estado español. Porque migrar no es un delito, tenemos que exigir basta de violencia y represión en las fronteras.
De punta a punta del mundo, de las víctimas del Tarajal a George Floyd y Adama Traoré, nos une una misma lucha contra este sistema capitalista brutal que condena a muerte a las personas por su color de piel.
Migrar no es un delito. ¡Abajo las fronteras!
¡Ningún ser humano es ilegal!
¡Papeles para todxs!
¡No al cierre del caso: justicia para las víctimas de El Tarajal!