Steve Bannon, ex asesor de Trump, procesado por corrupción

Martín Mandeb

Durante las últimas semanas, la justicia burguesa yanquí ha dado algunas estocadas contra algunos de los representantes más conservadores del espectro político yanquí. A la avanzada contra la asociación nacional del rifle¹ de hace pocas semanas se le sumó el pasado 20 de agosto el apresamiento a Steve Bannon, uno de los cuadros fundamentales en la organización de la campaña electoral de Trump que se coronó con una victoria; y que luego fue asesor de distintas organizaciones de la nueva derecha que se ha organizado en el mundo, dialogando y organizando la política de distintos agrupamientos de la “Alt-Right” a nivel mundial. Entre ellos se incluye el Vox español; La Liga del Norte de Mateo Salvini en Italia y en Latinoamérica el diálogo directo con el impresentable de Jair Bolsonaro.

La acusación proviene de fiscales federales de la ciudad de Nueva York, que en un escrito de 23 páginas acusaron al ex banquero Bannon de desviar fondos de una asociación sin fines de lucro para garantizar gastos personales. Estos hechos de corrupción no sorprenden en este caso -En general, nadie queda anonadado cuando a figuras ultra reaccionarias se les descubren casos de fraudes económicos- sino por el lugar adonde se apunta que se desarrolló este hecho de defraudación.

Sucede que esta organización sin fines de lucro es la “We Build The Wall” (Nosotros construiremos el muro), una organización que tenía el objetivo de juntar dinero para concretar el gran caballito de batalla de Trump: La construcción del muro que separara la frontera estadounidense de la frontera mexicana. Este proyecto ultra-reaccionario y racista, que ha quedado trunco por la imposibilidad de lograr que México pagara la construcción -como querían los republicanos en su delirante imaginación- fue tomado por Bannon y otros empresarios para recibir dinero que supuestamente se utilizaría con el objeto ayudar al estado en la puesta en pie del muro imperial.

Como no podía suceder de otra manera, este gran cuadro de la derecha utilizó más de un millón de dólares (de los 25 millones recaudados en estos 4 años desde que se fundara la organización) para gastos personales². Rápidamente, Trump ha salido a lamentar el encarcelamiento de su amigo y ex director de campaña aunque, al mismo tiempo, se despegó de cualquier vinculación con los fraudes de la organización³. Sería lo último que le faltaría antes del desarrollo de la última parte de la campaña presidencial que lo enfrentara con Biden.

De todas maneras, las estocadas de la justicia intentan asustar más que lastimar: A las pocas horas de ser detenido, Bannon fue liberado bajo una fianza de 5 millones de dólares. A los cuadros que forjan las organizaciones racistas, misóginas y anti-obreras del mundo no se los puede detener con una orden de encarcelamiento de una justicia que -a pesar de todas las diferencias plausibles de existir entre ellos- tiene lazos de clase indisolubles con estos derechistas. Una simple causa de defraudación poco y nada es hará a estos defensores inclaudicables del orden burgués.

No obstante, estas querellas son importantes para el análisis de la situación política yanquí y sus virajes: Si algo se mueve en las alturas de la justicia, puede ser porque dialogue con un movimiento más general que esté aconteciendo. La causa apunta contra una de las organizaciones que impulsa un muro que sería la epopeya del racismo trumpista habiendo sucedido hace pocas semanas una enorme rebelión popular anti-racista. Entenderá el lector porque no lo consideramos una coincidencia. Se verá en que quedan estos desarrollos en la esfera de la justicia, pero más importantes son los reflejos de las históricas movilizaciones acontecidas este año que hasta el día de hoy siguen teniendo sus reflejos.