Ocho asesinados en la represión de las protestas en Colombia

El brutal asesinato de Javier Ordoñez, ocurrido la madrugada del 9 de septiembre en Bogotá a manos de la Policía Nacional, llenó de rabia a la población. Las protestas se sucedieron en distintas ciudades. La represión brutal del gobierno dejó un saldo de 8 nuevos muertos.

Corriente Internacional Socialismo o Barbarie

¡Castigo a los responsables de su asesinato! ¡El Estado es responsable! 

“No puedo respirar” George Floyd. USA.“Por favor” Javier Ordoñez. Colombia.

El brutal asesinato de Javier Ordoñez, ocurrido la madrugada del 9 de septiembre en Bogotá a manos de la Policía Nacional, llenó de rabia a la población. Como reflejó el video que circuló en redes sociales, a pesar de que se encontraba neutralizado fue agredido reiteradamente con una pistola taser (choques eléctricos) por los policías, ante lo cual de nada sirvieron sus súplicas para que dejaran de hacerlo. Posteriormente, fue trasladado a un CAI (Centro de Atención Inmediata de la Policía) y luego remitido a un centro de salud, donde se reportó su muerte producto de los ataques sufridos a manos de la policía.

En el transcurso del día explotó la rabia de importantes sectores de la población, en especial la juventud que, utilizando las redes sociales, convocaron plantones de rechazo. Así, en horas de la noche del 9 de septiembre, la protesta se extendió a toda Bogotá y otras ciudades del país, en acciones muy similares a las vistas en la rebelión antirracista en los Estados Unidos.  En total 48 CAI fueron destruidos, hasta el momento (10 de septiembre en la tarde) se contabilizan 7 manifestantes muertos, 47 detenidos y un número no preciso de heridos, solamente en la capital del país y el vecino municipio de Soacha.

Pero la situación se agravó en las últimas manifestaciones, según trascendió en los medios: «Al menos ocho personas murieron en la violenta jornada de protestas de anoche en Bogotá y otras ciudades de Colombia, desencadenada por la brutalidad policial que causó la muerte al abogado Javier Ordóñez durante su arresto, informaron hoy las autoridades.» (La Vanguardia)

«Seis de los fallecidos se registraron en la capital colombiana, todos ellos jóvenes con heridas de bala, tal y como ha explicado la alcaldesa de Bogotá Claudia López. Las otras dos muertes tuvieron lugar en Soacha. El ministro de Defensa ha explicado que todas las muertes, incluida la de un menor de 17 años, están siendo investigadas.» (La Vanguardia)

¿Cómo se explica este estallido social en cuestión de horas? En primer lugar, señalemos que los crímenes de Estado son una constante en la historia del país y, justo en las últimas semanas, se produjo un nuevo pico de esa violencia por la vía de masacres a líderes sociales, populares y contra la población en general. En lo que va del año se contabilizan 44 masacres (asesinatos colectivos), sumándole la acontecida anoche.

En segunda instancia, es innegable el impacto a nivel nacional del espíritu de rebelión popular que recorre el mundo desde 2019, el cual alcanzó su punto más alto con la rebelión antirracista en los Estados Unidos, la cual precisamente estalló en repudio a la sistemática brutalidad policial contra la población afroamericana, además de expresar el malestar acumulado por los sectores explotados y oprimidos ante las insoportables condiciones de existencia del capitalismo en el siglo XXI.

La clase trabajadora, la juventud y el conjunto de los sectores explotados y oprimidos, no podemos permanecer impávidos ante la escalada de la violencia policial en medio de la pandemia, lo cual se cobró la vida de muchos jóvenes en las últimas semanas. Bajo la “paz de los cementerios” del gobierno Duque-Uribista, se coartan las mínimas libertades formales y todas las personas somos sospechosas.

La juventud que salió a luchar la noche del 10 de setiembre nos dio una enorme lección de dignidad y combate a toda la población, mostrándonos que el camino a seguir es la lucha en las calles.