Elecciones en Castilla y León: la extrema derecha crece y los partidos del Gobierno confirman su desgaste

El PP gana pero sin mayoría absoluta y dependerá de Vox para gobernar, que experimenta un crecimiento importante. Ciudadanos se va a pique. PSOE y Podemos pierden representación a dos años de gobernar en la Moncloa. Los partidos de la “España Vaciada” se abren paso.

Fuente: el País (https://resultados.elpais.com/elecciones/2022/autonomicas/08/index.html)

Socialismo o Barbarie Estado Español

Con 378.896 votos y 31 escaños, el PP de Mañueco consigue la primera posición de las elecciones del pasado domingo en Castilla y León. El PSOE queda relegado al segundo lugar con 28 escaños y 362.304 votos, 7 escaños menos que en los anteriores comicios. Sin embargo, es Vox quien hace resonar más alto las campanas de la victoria al pasar de un escaño en 2019 a 13 actualmente. Desaloja del tercer puesto a Ciudadanos, que por poco que desaparece de las Cortes castellanoleonesas, con solo un procurador. Podemos percibe una bajada de votos que se traduce en un escaño menos, uno restante. Finalmente, los partidos regionalistas de la “España vaciada” consiguen algo más que triplicar su presencia en el parlamento. Hace falta destacar la abstención del 36,56 % de los votos, porcentaje que supera al de cualquier partido.

Para el PP estos resultados son una victoria amarga, pues si bien se han posicionado como la fuerza más votada (sobre todo por la bajada del PSOE), no han conseguido la mayoría absoluta, algo a lo que apostaron al avanzar las elecciones. Por tanto, este movimiento táctico electoral de Mañueco impulsado por Casado no ha logrado consolidar una trayectoria especialmente al alza de su partido frente al gobierno “progresista”, y menos constatar como fuerza hegemónica de la derecha. Ahora el PP va a tener que depender, en más o menos medida, de Vox, cuando antes lo hacía de Ciudadanos, un partido con menos fuerza y más dócil a los “populares”.  

Es Vox el gran ganador, pues con estos resultados la extrema derecha conseguirá jugar un papel importante en los acuerdos de investidura e incluso de gobierno, condicionando la agenda política con medidas reaccionarias y en contra de la clase trabajadora, las mujeres, las personas migrantes… Además, con 12 procuradores más la extrema derecha institucionalizada tendrá un megáfono más potente por el que lanzar sus ideas y discursos machistas, racistas, homófobos y antiobreros. 

Ciudadanos se queda a las puertas de su desaparición, habiendo perdido los escaños que la extrema derecha le ha quitado. En valores absolutos C’s son los grandes derrotados de la jornada electoral, confirmando la dinámica de extinción allá donde hay elecciones. 

Si en conjunto la derecha crece, el bloque “progresista” constituido por PSOE y Podemos-IU-AV hace lo contrario, lo que permite interpretar los resultados en clave general justo en el ecuador del gobierno de coalición en Madrid. Y es que los dos partidos han conseguido resultados significativamente peores (Podemos al borde de la desaparición) que no les permiten ofrecer oposición a la investidura de las derechas. 

Sumado a los resultados de las elecciones de Madrid, donde se repitió el mismo esquema electoral de fortalecimiento de la derecha y debilitamiento de PSOE y UP, estas elecciones nos indican la pérdida de confianza en un gobierno central que solo hace que cuidar los beneficios de los capitalistas mientras saca políticas concretas que perjudican a la clase trabajadora, como por ejemplo la reforma laboral de Yolanda Díaz que consolida la pérdida de derechos laborales a manos del PP en 2012. Es en esta desconfianza y desilusión que en tiempos de crisis la población acaba comprando los discursos fáciles y demagógicos de la extrema derecha.

Parte del malestar social, especialmente el derivado de los problemas de la despoblación en los pueblos y ciudades pequeñas del territorio de Castilla y León, también lo capitalizan distintas formaciones que cada vez tienen más peso político a nivel regional, como son Unión del Pueblo Leonés, Soria Ya y Por Ávila. Habrá que ver cómo evolucionan estos movimientos y si consiguen algún tipo de representación efectiva a nivel estatal, algo difícil de imaginar por su naturaleza regional.

La cada vez mayor presencia de la extrema derecha en las instituciones es un problema serio que no debemos infravalorar, aunque tampoco podemos asustarnos sobredimensionándolo. Hemos visto como las fórmulas reformistas y únicamente electorales no sirven para combatir una derecha fascista que vive desde mucho antes del nacimiento de Vox. De hecho, no está de más recordar que fue esa misma derecha la que nos trajo este sistema democrático del Régimen del 78 (¡junto a un monarca designado por el mismísimo Franco!). 

Ante el incremento de ataques reaccionarios hacia las mujeres, el colectivo LGTBI, el colectivo migrante y la clase trabajadora en general, la alternativa pasa por llevar esta lucha a las calles, a los puestos de estudio y de trabajo, así como organizarse y movilizarse de forma colectiva para imponer la discusión y defensa de un programa social y democrático que ponga la vida de la clase trabajadora, las mujeres y la juventud por delante.