Luz Licht
Los incendios que llevan cerca de un mes desde su comienzo hoy cuentan con más de 29 focos en el estado de California y una cifra en Oregon que las autoridades ya no pueden precisar, además de haber también en Washington. Por estas horas estamos ante el avance casi imparable de los mayores incendios forestales en estas zonas al oeste de los Estados Unidos.
Según las autoridades se prevén al menos dos meses más hasta la finalización de esta temporada de incendios que se vio adelantada y amplificada en su impacto dadas las consecuencias del cambio climático con la ola de calor que sufre la región.
Un cielo naranja oscuro cubre el cielo y el aire toxico e irrespirable se esparce junto a las columnas de humo y fuego. Sólo en Oregon ya hay más de medio millón de desplazadas/os.
El fenómeno de la ola de calor que viene marcando cifras récord. El domingo por ejemplo en Los Ángeles (California) se registraron en la tarde 49 grados de temperatura y los fuertes vientos intensifican las condiciones para la propagación que hoy parece descontrolada de los incendios forestales en estos estados.
Sin dudas está detrás de esta situación el cambio climático y sus consecuencias devastadoras, esto explica el aumento de las temperaturas y su oscilación entre mayores extremos, en una región de clima cálido y seco. De allí que para esta época del verano en ese hemisferio y ecosistemas como los bosques la vegetación esté seca y sea más inflamable.
Entre las múltiples causas detrás de los incendios no sólo está la intervención de personas que utilizaron pirotecnia para una reunión familiar, como en El Dorado o las chispas de las líneas de transmisión de energía como los de la empresa Pacific Gas and Electric, como en 2018. Este año también los rayos que impactaron tras las tormentas secas ayudaron a propagar más focos e incendios.
En lo que va del año ya son más de 1 millón de hectáreas de bosques las que quedaron reducidas a cenizas. Ciudades enteras también fueron destruidas y otras tantas corren serio peligro, se habla de más de 3.900 estructuras destruidas al momento sólo en California. Al comienzo de la semana el foco en el Bosque Nacional de Los Ángeles casi llega a las casas de los suburbios de esa ciudad.
El gobernador de California, Gavin Newson, declaró el estado de emergencia en los distritos de Fresno, Mariposa, Madera y San Bernardino. Por su parte, la gobernadora de Oregon, Kate Brown, admitió que se desconoce la cifra oficial de fallecidos. Aquello de lo que dan cuenta las autoridades y distintos sectores es que se trata de la mayor pérdida de vidas, de bosques y estructuras materiales del estado en su historia.
Más de 14.100 bomberos estaban luchando contra aproximadamente 29 incendios forestales diferentes hasta el lunes por la tarde en este estado, informaban por Twitter desde el departamento de bomberos del estado de California, conocido como Cal Fire. Se informa también de la dificultad de las tareas de rescate de personas en algunas áreas dadas las densas columnas de humo que permiten arribar con helicópteros u otros vehículos a los lugares donde permanecen atrapadas.
“La escala geográfica y la intensidad de lo que está sucediendo es realmente sorprendente” decía en su cuenta de Twitter Daniel Swain, un experto en el clima de California, dado que se adelantaron en el tiempo a la temporada de incendios esto puede superar todos los records, añadía. Considera que no le quedan calificativos ante la magnitud de este fenómeno que muestra una gran amplitud y superficie de las llamas que arden en los más variados ecosistemas.
Según registros satelitales de la NASA se produjo un pirocumunolimbo, una nube artificial de fuego, que abarcó hasta 15 kilómetros sobre el cielo del distrito de Fresno la semana pasada. Esta nube de fuego fue la más grande en la historia de los Estados Unidos hasta el momento. Tal como ocurrió en Australia, también se registraron tornados de fuego que dan cuenta de la intensidad de las llamas.
Tal es la gravedad de la situación a semanas de haber comenzado los primeros incendios forestales que hoy se propagan de forma casi incontrolable. Recordamos que el Estados Unidos gobierna un negacionista de la crisis ecológica y el cambio climático.
Las temperaturas agobiantes bajo el humo toxico y el cielo naranja se repiten con mayor frecuencia en distintos puntos del planeta, cuando se incendian los ecosistemas que son clave para amortiguar los efectos del cambio climático. Es momento de reaccionar ante tanta barbarie y destrucción, es ahora, sino ¿cuándo?