Orlando Gutierrez era dirigente de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB). Tras el resultado de la elección que dio el triunfo al MAS, fue abordado por una patota que lo habría golpeado en la cabeza con premeditación. Días después falleció.
El apoyo de este dirigente y de la COB fue clave para el triunfo de Arce en las pasadas elecciones. El brutal ataque responde a los sectores golpistas, antidemocráticos y racistas que perpetuaron el golpe de estado y las masacres contra el pueblo perpetuadas bajo el gobierno de facto de Añez.
La federación minera emitió un comunicado en el que denunció este cobarde asesinato antidemocrático: “Gutiérrez y su familia recibieron muchas amenazas de muerte por las redes sociales por parte de la derecha, pero al verse derrotados en las urnas en los comicios del domingo 18 de octubre, en su desesperación recurren a esta manifestación de violencia totalmente antidemocratica, agrediendo cobardemente a nuestro compañero dirigente”.
Es necesario que se esclarezca de manera urgente este cobarde asesinato, así como que se castigue a los golpistas por todos sus crímenes contra los trabajadores y el pueblo pobre boliviano. Como señalamos en un artículos anteriores: «Es preciso pelear por la instalación de juicios de responsabilidad a todos los envueltos en el golpe. Desde los ministros del golpismo hasta los altos cargos militares que fueron cómplices y actores de las diferentes masacres como las de Sacaba y Senkata, torturas y persecución a autoridades sucedidas en este año con el aval del gobierno de Áñez, junto a la prensa pro golpista que, como lo veíamos en octubre y noviembre de 2019, incentivó el odio constantemente.»
Este crimen es un episodio más de la inhumanidad, el racismo y el odio de clase por parte de los reaccionarios y golpistas. No se puede permitir que este asesinato quede impune.