Asesinato patronal: jornalero muere por golpe de calor tras ser abandonado en un centro médico

Las olas de calor no detienen a la patronal de seguir sobreexplotando a sus trabajadores con sus terribles consecuencias. Ayer una furgoneta abandonó en un ambulatorio de Lorca a un jornalero inconsciente que murió poco después por un golpe de calor.

Xavi Posets

La Agencia Estatal de Meteorología llevaba días alertando de una subida de temperaturas por la Región de Murcia, advirtiendo de calor extremo para el sábado y activando la alerta naranja por la posibilidad de superar los 43 ºC. Sin embargo, el riesgo de morir por un golpe de calor trabajando en el campo de sol a sol no detiene a la patronal agrícola en su empresa de seguir beneficiándose explotando a sus trabajadores. Al fin y al cabo, los patrones no mueren de eso.

Ayer, pasado el mediodía, una furgoneta dejó tirado a un jornalero de unos 40 años, inconsciente, enfrente las puertas de un ambulatorio de Sutullena, Lorca, abandonándolo a su suerte. El personal sanitario llamó a una ambulancia para llevar al hombre al hospital, que falleció en el trayecto por un golpe de calor. Ese día el termómetro llegó a los 44,4 ºC en Lorca, la máxima de todo el territorio español.

Es intolerable que haya muertes totalmente evitables, pero impuestas por la lógica capitalista de seguir sacando beneficio. La pandemia ha demostrado que se puede dejar de producir temporalmente, pero solo se hace cuando realmente lo necesita la clase explotadora. Y también ha demostrado que los jornaleros – en su mayoría personas en situación irregular y sobreexplotadas por ello – a pesar de ser trabajadores esenciales, son tratados como carne de cañón frente al virus. Y como no, frente al calor también.

Tristemente, que la patronal imponga unas condiciones laborales mortales y que después pretenda salir impune pasa cada verano. Sin embargo, podríamos pensar que con el gobierno “más progresistas de la historia de España” esto iba a cambiar, pero no. Más bien parece haber cedido a las descaradas amenazas de la patronal agrícola de hace unos meses, cuando exigían menos inspecciones de trabajo.

Con el fin de evitar estas muertes es necesario llevar a cabo políticas de izquierda contundentes, y no satisfacerse con recordar consejos contra el calor. Urge la regularización de todas las personas en estado administrativo irregular, así como la derogación de la Ley de extranjería. Así, las patronales no podrían sobreexplotar a los trabajadores marcados por esa ley como “ciudadanos de tercera”.

También es necesario regular las horas de trabajo durante las horas de calor, convirtiendo los consejos sanitarios en derechos para la clase trabajadora. Porque no es solo en el campo, sino en cualquier trabajo al aire libre, como el de la construcción. Por efecto del cambio climático, cada vez será más necesario.

Estas políticas no vendrán genuinamente del gobierno del PSOE y UP, quienes desoyen los reclamos de los trabajadores como de los migrantes, los sanitarios o los de Nissan, Acciona, Airbus… Por eso es necesario plantar cara en las calles e imponer con la fuerza de masas un programa de izquierdas que evite seguir engrosando la lista de muertes de la clase trabajadora por el calor o por el covid.