El incendio de Badalona, otro atentado social

Las condiciones de miseria derivadas del racismo institucional y la lógica capitalista vuelven a ser el combustible que ha acabado con vidas humanas.

Xavi Posets

El miércoles pasado por la noche, un incendio en una nave industrial de Badalona, ciudad al nordeste de Barcelona, causó la muerte de 3 personas e hirió a otras 17, cuatro de ellas en estado grave y otras dos en estado crítico. La causa directa del incendio todavía se desconoce, pero es probable que fuese consecuencia de un accidente cuando los habitantes de la nave, más de 100 personas sin alternativa habitacional, la mayoría migrantes y sin papeles, trataban de iluminarse y/o calentarse.

Desde el ayuntamiento de Badalona, el alcalde del PP Xavier García Albiol no ha tardado en cargar contra las propias víctimas y criminalizándolas: “vivían personas conflictivas”. Como si esas personas decidieran prender fuego a su techo y pertenencias para acabar arrojándose por la ventana de un segundo piso con el fin de no morir en las llamas.

Desde algunos medios de comunicación tampoco han perdido oportunidad para seguir con la campaña “antiokupación”, eludiendo que las condiciones miserables e infrahumanas en las que viven ese centenar de personas (miles en todo el Estado español) son fruto de la propia lógica capitalista y racista.

Porque no nos equivoquemos. La chispa puede ser un accidente. Pero el combustible de este incendio son las condiciones de pobreza y marginación en las que viven estas personas. Y no es la primera vez que pasa: hace menos de un mes ardió un edificio en el barrio de Sant Martí, en Barcelona, en condiciones similares; el verano pasado vimos como ardían varios asentamientos de jornaleros migrantes por la provincia de Huelva, etc.

Estas condiciones infrahumanas son consecuencia de las políticas racistas que existen y se aplican desde Europa y el Estado español, y que se materializan en leyes de extranjería que te condenan a vivir en la ilegalidad. Conseguir regularizar administrativamente tu situación se vuelve una tarea inalcanzable, y mientras tanto debes sobrevivir de la mal pagada economía sumergida y sin acceso a viviendas, trabajo legal ni sanidad.

Además, la gestión de la pandemia actúa como un multiplicador de la miseria, dejando naufragar a estos miles de personas que nunca fueron invitadas a subir a ese barco del que siempre hablan nuestros gobernantes. Y mientras tanto los desahucios se disparan y cada vez hay más pisos vacíos en propiedad de bancos y grandes tenedores.

El incendio de Badalona forma parte de un crimen social que hay que impedir a toda costa.