Luz Licht
El día 30 de abril, Facundo Astudillo Castro, un joven trabajador de 22 años, salió de la casa de su madre, donde vivía desde febrero, en la localidad de Pedro Luro. Su destino era la ciudad de Bahía Blanca y para ello debía recorrer 250 km haciendo autostop. Según las primeras versiones a los treinta kilómetros de su viaje, sobre la ruta es retenido en un control policial a la altura de la localidad de Teniente Buratovich.
Donde sea que estes te estamos buscando te queremos de vuelta familia y amigos pedimos por vos con vida facu astudillo castro pic.twitter.com/GlZcXLuk8J
— Cristina Castro (@Cristin96056904) July 6, 2020
Según la versión de la policía bonaerense, los agentes pertenecientes a la comisaría de Pedro Luro, de apellidos Curruhinca y Sosa, le labraron un acta por infringir el aislamiento obligatorio y lo dejaron seguir rumbo. Llamaron a su madre para constatar el domicilio del joven y también por la noche se presentaron en su casa con el mismo fin. Sin embargo, desde ese día Facundo está desaparecido.
Como ocurre en estos casos las versiones policiales son varias y hasta flagrantemente contradictorias entre sí. Hay una diferencia entre el lugar donde relatan los policías que retuvieron al joven y lo que consta en el acta por ellos labrada. También hablaron de una oficial que lo acerco a un pueblo cercano, aparecieron testigos señalando que tras haberle convidado fuego, Facundo les relato estaba camino a Buenos Aires con amigos, etc.
Lo concreto es que tres testigos se acercaron a la familia y también dieron su versión a la policía (que hizo caso omiso a los mismos) para afirmar que lo vieron siendo subido a un patrullero a tres kilómetros de donde estaba situado el control, ese 30 de abril. La investigación a cargo del fiscal Villarino, en un comienzo realizo la búsqueda de Facundo encuadrándola como una “averiguación de paradero”.
Pasan los días, hoy ya son dos meses y siete días para ser exactos y Facundo ¿dónde está? Hizo un llamado a su madre y envió un mensaje de texto a un amigo (nunca se comunicaba por esa vía según sus amigos). La familia del joven y su madre, acompañada por la Comisión Provincial por la Memoria radicó hace días la denuncia para que se investigue el caso como una desaparición forzada. Además, y con justeza exigen que la Policía Bonaerense sea inmediatamente apartada de la investigación.
Desde el comienzo de la cuarentena ya son casi cotidianos los episodios de violencia institucional contra los sectores de trabajadores y populares a lo largo de todo el país. Así nos toca reflejar los casos desde Izquierda Web. Lejos de encender una alerta luego de la desaparición forzada por parte de la policía provincial del trabajador rural tucumano, Luis Espinoza, el presidente Fernández sigue elogiando el accionar de las fuerzas represivas. No hay condena ni medidas políticas del gobierno, solo se aparta a los agentes de las distintas fuerzas, en algunos casos son detenidos y muchos más liberados a las horas.
Están en cuestión los derechos humanos en lo cotidiano sobre todo para las y los jóvenes de los sectores de trabajadores y populares. El gobierno de forma sistemática y deliberada se niega a condenar o tomar medidas para frenar esta otra pandemia, la represiva, la de los agentes del estado que asesinan, violan y desaparecen personas en democracia.
No puede haber nunca más si las desapariciones forzadas se niegan y silencian por parte del gobierno. Nuevamente y con la misma bronca que nos da cada caso, cada pibe/a y trabajador que las fuerzas represivas violentan, nos sumamos a exigir la aparición con vida ya de Facundo Astudillo Castro.