The Trotsky: El germen revolucionario en la juventud del Siglo XXI

Esta comedia adolescente relata las vivencias de León Bronstein, un joven canadiense que cree ser la reencarnación del mismísimo León Trotsky, histórico dirigente de la Revolución Rusa de 1917. Situada en una escuela secundaria de Montreal, la cinta se desarrolla a partir de un proceso de lucha estudiantil liderado por el joven León, quien se enfrentará a la apatía, el aburrimiento y la indiferencia.

Martine Luxemburgo y Santiago Damiani

Esta cinta canadiense de 2009, escrita y dirigida por Jacob Tierny, inicia con el personaje principal llevando a cabo una huelga en la fábrica de su padre, donde trabaja, y nos relata de manera satírica e inteligente la ambición de nuestro protagonista por seguir los pasos del revolucionario ucraniano. Luego de que esta medida de fuerza saliera mal, es enviado a una escuela pública como castigo. Allí se encontrará con una administración autoritaria, un centro de estudiantes inactivo y una apatía generalizada entre sus compañerxs de clase.

León intenta poner de pie al centro de estudiantes para ofrecer una voz frente al trato de las autoridades escolares, lo que lo llevará a enfrentarse, no solo con el director Berkhoff y la vicedirectora Davis, sino también contra los constantes intentos de sabotaje de su padre y hermano mayor. En paralelo, intenta obtener el apoyo de un antiguo abogado comunista.

Luego de organizar un baile con temática de “justicia social” (donde podemos apreciar estudiantes vestidos como Panteras Negras, Zapatistas y como Mao), León, ayudado por sus amigos y su hermana, continúa con distintas acciones para lograr la participación real del centro de estudiantes en la gestión del colegio.

Uno de los ejes centrales que impulsa el transcurso de la historia es el debate sobre si los jóvenes son apáticos o simplemente están aburridos. Al calor de un incipiente proceso de lucha dirigido por León, lxs jóvenes comienzan a participar de reuniones, organizar medidas de lucha más contundentes y, finalmente, irrumpir en la escuela en señal de protesta.

A lo largo del film puede observarse cómo lxs estudiantes, motivadxs por el “joven revolucionario”, logran ir convirtiéndose en activistas a la vez que construyen una perspectiva de organización y lucha, tomando en sus manos la pelea por conquistar su propia representación estudiantil. Lejos de ser una mera ficción, en los últimos años comenzó a observarse la irrupción masiva de la juventud en las calles, convirtiéndose así, en el factor social dinámico por excelencia. Ésta fue la principal protagonista de eventos cruciales que se inscriben en la historia del siglo XXI, como la rebelión en Chile, donde jóvenes estudiantes saltaron los molinetes del subte en señal de protesta del ajuste de Piñera, evidenciando el trasfondo histórico que acarrea el país trasandino. Otro evento actual, que aún recorre el corazón del imperialismo y mantiene a lxs jóvenes tomando las calles, es la rebelión antiracial más grande que se haya visto en los últimos 50 años en EE.UU. Además del protagonismo imprescindible en la lucha por los derechos de las mujeres, diversidades y la defensa del medioambiente.

En un escenario de conflictividad pasiva, irrumpe León, quien, ante la necesidad de luchar por los derechos estudiantiles, comienza a dar la pelea por organizar una vanguardia estudiantil, integrada por el sector más activo. Siendo, más tarde, el sujeto que adquiere mayor conciencia y logra arrastrar a las capas estudiantiles más “apáticas” a involucrarse en la lucha por conquistar su sindicato. Esto refleja la importancia de la construcción de una vanguardia que pueda hacer avanzar al conjunto de las masas a elevarse al plano político y emprender un proceso de organización y lucha emancipadora. Junto a la necesidad de poner en pie un partido que esté a la cabeza de cada pelea, actuando como el factor consciente y dispuesto a dirigir toda lucha hasta su fin.

A pesar de un guión apresurado y una subtrama romántica que no termina de cuajar, ésta es una película original que cualquier seguidor de Trotsky encontrará interesante y con chistes políticos realmente graciosos. También cuenta con referencias para los amantes del cine: una secuencia de sueños que homenajea a la clásica Acorazado Potemkin (1925) del maestro ruso Sergei Eisenstein, una de las mejores y más importantes piezas de la historia del cine que revolucionó la técnica del montaje, y una mención al cineasta británico socialista Ken Loach y su film Tierra y Libertad (1995). La cinta de Tierny fue proyectada en el prestigioso Festival Internacional de Cine de Toronto y en general obtuvo críticas positivas.

A 80 años del asesinato del histórico revolucionario León Trotsky, asesinado en manos de un agente del Stalinismo, su trayectoria de lucha y protagonismo en el evento más grande en la historia de la clase obrera, continúa siendo un legado fundamental para el conjunto de lxs jóvenes que, en este recomienzo de la historia, inician experiencias de organización política y sientan las bases para la construcción de una perspectiva socialista.