Matías Nicolas
Shell Plc, que emplea alrededor de 83.000 personas a nivel global, anunció que el recorte se traducirá en un ahorro para la empresa de entre 2.000 y 2.500 millones de dólares para el 2022, teniendo en cuenta el plan hacia una transición desde los combustibles fósiles a energías bajas en carbono. Eliminando de 7.000 a 9.000 puestos de trabajo, incluidos unos 1.500 puestos que aceptaron los “retiros” voluntarios.
«Estas son las medidas adecuadas para asegurar el futuro de la compañía», declaró Ben van Beurden (CEO Shell) y añadió: «Tenemos que actuar rápidamente y de manera decisiva y adoptar decisiones financieras muy duras para asegurar que nos mantenemos como (una compañía) resistente”, quien definió al programa de recortes como «un proceso extremadamente duro».
Su competidor cercano, BP Plc, anuncio que también disminuirá alrededor de 10.000 puestos de trabajo este año (de un total de 70.000). Mientras se desploman los precios del petróleo y disminuye la demanda, BP, Shell y otras empresas energéticas de Europa están vendiendo yacimientos petroleros.
Los gigantes energéticos fueron uno de los grupos mas azotados por el derrumbe del precio del crudo, en un contexto de fuerte caída de la demanda. Así, cambiaron ganancias por pérdidas.
Según trascendió en los medios y por informes de las mismas petroleras, estas fueron las pérdidas:
La anglo-holandesa Royal Dutch Shell perdió u$s18.131 millones sólo en el segundo trimestre de este año, frente a una ganancia de u$s2.998 millones en esos tres meses de 2019.
La estadounidense Chevron, perdió u$s8.270 millones entre abril y junio, frente a la ganancia de u$s 4.305 millones de 2019 por la caída del crudo, además de reducir a cero sus activos en Venezuela el cual causo un impacto contable de u$s 2.600 millones. Su facturación se redujo 65.3%, a unos u$s 13.494 millones.
La situación de Exxon Mobil, indicó valores en rojo de u$s 1.080 millones en el segundo trimestre, frente al beneficio por u$s 3.130 millones de un año antes, registrando caídas en ventas del 53%, a u$s 32.605 millones.
Las empresas están disminuyendo drásticamente los valores de sus activos. Mientras que en un momento las compañías energéticas eran las mas valiosas del mundo, hoy caen en picada. En términos de cotización, el sector se contrajo rápidamente en los últimos años. En el año 2008, las acciones de energéticas representaban casi un 16% del valor de las empresas que componían el S&P 500 (índice Standard & Poor’s 500 que incluye a las 500 empresas más representativas de la Bolsa neoyorquina). Ahora, solo representa un 2.6%.