Hipócritamente, declaró tras su renuncia: «Yo, como ustedes, quiero lo mejor para este país». La realidad es que el repudio generalizado con el régimen político ha desatado una verdadera rebelión popular similar a las ocurridas en otros países como Chile y Ecuador.
Apenas se efectuó la maniobra que lo puso en el poder por escasos días, se desataron enormes movilizaciones que resistieron la brutal represión, terminando con un saldo de más de 100 heridos y 41 desaparecidos según la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.
MERINO NO RENUNCIÓ
LOS PERUANOS LOS SACARON 🇵🇪 pic.twitter.com/yQeHn0zJfi— Lizzie (@lizzieexshe) November 15, 2020
Las movilizaciones profundizaron una crisis política de un régimen corrupto y podrido hasta la médula, fracturando el apoyo parlamentario al gobierno de Merino.
Perú despertó, la rebelión logró su primer triunfo. Ahora la movilización de masas tiene que imponer el llamado a una asamblea constituyente que plantee la refundación del país sobre nuevas bases, en defensa de los derechos democráticos de los trabajadores y la juventud del Perú.