Docentes: pongamos los sindicatos al servicio de organizar la cuarentena solidaria

Declaración de la Lista Gris Carlos Fuentealba, integrante de la Corriente Sindical 18 de Diciembre.

Desde la Lista Gris Carlos Fuentealba sostenemos que ante la conmoción que genera la pandemia, la cuarentena obligatoria que se está llevando adelante con un gran esfuerzo de la población y las reales carencias sociales que existen, es necesario que desde los docentes de las escuelas y el activismo docente organicemos acciones solidarias. Para esto se hace imprescindible que los sindicatos, ante esta tragedia humanitaria, abran sus puertas para colaborar y organizar desde las escuelas la necesaria cuarentena solidaria.

La cuarentena es una necesidad de vida o muerte que solo gobiernos negacionistas como Trump o Bolsonaro se oponen a implementar con la política criminal de priorizar la economía.

La necesidad de que desde la docencia organicemos una cuarentena solidaria se debe a que si bien el gobierno de Alberto Fernández decretó la cuarentena, la realidad es que muchos de nuestros alumnos comían en la escuela y prácticamente para muchos de ellos su única comida, que muchos de sus padres y madres viven el día a día y que con $10.000 ni siquiera les alcanza para comer. A otras y otros trabajadores que les permiten cumplir la cuarentena no les pagan el 100 por ciento del salario, o directamente los despiden como hace el empresario Paolo Rocca, multimillonario, que echó a casi 1500 trabajadores. También están los casos demuchas patronales que no producen servicios esenciales e igual los hacen ir a trabajar. Todo esto manifiesta que es necesario acompañar con solidaridad, ayudar a cubrir las elementales necesidades de amplios sectores y apoyar los reclamos de nuestra comunidad educativa.

Declaración de la Lista Gris Carlos Fuentealba, integrante de la Corriente Sindical 18 de DiciembrePONGAMOS LOS…

Publicado por Corriente Sindical 18 de Diciembre en Domingo, 29 de marzo de 2020

A la propia docencia nos afecta que muchas y muchos que perdieron sus cargos no están pudiendo cobrar, los que tienen pocas horas, a todos los que se quedaron sin trabajo por no haber podido tomar cargos: es necesario un sueldo inicial para cada docente.

Hoy en distintos lugares del país muchos docentes y activistas muestran el camino a seguir, compañeros y compañeras que ya se organizaron para ayudar al reparto de alimentos como en el gran Buenos Aires y distintas provincias, o como en Neuquén que se están organizando juntando alimentos para colaborar en paliar el hambre, o en Córdoba que en forma voluntaria y solidaria colaboran en la fabricación de alcohol en gel. Ejemplos de tareas solidarias como estas se desarrollan a lo largo y ancho del país.

Debemos repartir alimentos que entrega el estado en las propias escuelas y exigir que haya comida no solo para el chico, sino para toda su familia ante la situación que vivimos. Al mismo tiempo, por la necesidad que existe ante semejante catástrofe humanitaria, nos parece importante realizar una campaña de solidaridad entre la docencia y hacia el conjunto de la población para conseguir donaciones (alimentos, libros, juguetes, etc.) y acopiarlos en escuelas, sindicatos y/o centros culturales para su posterior distribución en las familias que lo necesitan.

También tenemos que tender puentes con las trabajadoras y trabajadores del sistema de salud, para ponernos a su disposición y acompañar sus reclamos, ayudando a “cuidar a quienes nos cuidan”.

Es decir, con todos los cuidados sanitarios del caso, hay que organizar la solidaridad de la docencia y los auxiliares en un lugar estratégico, caja de resonancia de los problemas de la sociedad y punto de referencia para las familias de trabajadores: la escuela. Nuestra escuela, donde trabajamos, aprendemos y enseñamos todos los días de nuestras vidas. Donde también nos vinculamos con la comunidad cada vez que se necesita. Por eso los docentes tenemos una tarea importante que cumplir en este momento de extrema necesidad para las familias de nuestros pibes: hacer de la escuela un centro de ayuda, de organización de la solidaridad y de los reclamos que tengan las familias trabajadoras.

Esta cuarentena solidaria contrasta con la militarización, con el despliegue de fuerzas represivas, el camino que elige el gobierno en el marco de sus medidas limitadas, insuficientes y fragmentarias para paliar la crisis que sufrimos.

Hace falta ya volcar presupuesto en Salud en base a la declaración inmediata del no pago de la deuda externa y en impuestos progresivos a los empresarios del campo y la ciudad.

Lo que precisamos es garantizar una cuarentena solidaria con medidas universales para que todas y todos la podemos cumplir. Es necesario poner a funcionar los sindicatos en esta perspectiva, y organizar las escuelas con la participación activa de los docentes, con las medidas de salubridad que correspondan.