El día de ayer vivió una jornada de lucha en el archipiélago de Chiloé, luego de una movilización en la que organizaciones sociales llegaron hasta Chacao para exigirle al gobierno de Sebastián Piñera la cuarentena total.
Un grupo de unos 20 manifestantes interrumpió el tránsito con un piquete y bloqueó los accesos a los transbordadores, denunciando que la aduana sanitaria del Gobierno no ha sido suficiente para controlar el ingreso a la zona.
En ese lugar, Carabineros y la Armada reprimieron a los manifestantes, deteniendo a dos. La reacción a las detenciones fueron cortes de ruta y barricadas en el ingreso a la ciudad de Ancud, Castro y Quellón.
La situación producida por el coronavirus puso en suspenso la rebelión chilena, pero no la ha suprimido. Un traspié del gobierno, o un salto en la situación de los contagios, puede desatar nuevas manifestaciones en cualquier lugar de Chile. Aunque estos acontecimientos fueron minoritarios, no se descarta que sean sintomáticos del malestar general.
El gobierno de Piñera, hasta el momento, ha aprovechado la situación para reforzar el control social mediante multas, presencia militar y policial en las calles pero se ha negado a llamar a la cuarentena nacional preventiva.