Pato A
El tercer corte del Puente Rosario – Victoria convocado por la Multisectorial por la Ley de Humedales fue un hecho histórico que movilizó a más de cuatro mil personas -cuidando las medidas de higiene y salud en este contexto de pandemia- a luchar contra las quemas en el humedal del Delta del Paraná y por una Ley de Humedales que los proteja de la depredación capitalista de terratenientes y empresarios del campo y la industria inmobiliaria.
Como todo punto de inflexión, también abre debates sobre cómo encarar los nuevos desafíos que tenemos por delante. En ese sentido, desde el Nuevo MAS queremos aportar nuestro punto de vista con respecto a lo que hace al programa y a los métodos que debemos emplear para que este movimiento crezca, se desarrolle y triunfe en esta lucha.
Una lucha histórica
Las imágenes de los incendios en las islas fueron comparadas con las de Australia y el Amazonas. Y no es para menos. A pesar de la diferencia de magnitud y distancia, habla de un mismo fenómeno que se repite en todo el mundo: El de la irracional depredación capitalista sobre la naturaleza y el medio ambiente.
El criminal saldo de destrucción de flora y fauna, del ecosistema mismo y sus consecuencias sobre el medio ambiente son motorizadas únicamente por la búsqueda de ampliar el lucro capitalista, sea bajo la forma de campos para ganadería o de emprendimientos inmobiliarios. Esto se agrava al tratarse de un humedal, que juega un rol fundamental en la regulación hídrica y cuenta con un un ecosistema delicado y lleno de biodiversidad.
Por eso las imágenes de miles de jóvenes subidos al puente también nos remiten a las multitudinarias movilizaciones de fines del año pasado en todo el mundo. Es el despertar de una generación que se pone de pie para ponerle un freno a esta destrucción irracional al servicio de la ganancia y que está dispuesta luchar para lograrlo.
Reflejo de esto fue la importante votación de continuar la lucha con un corte de 48hs sobre el puente, con acampe y marcha hasta Victoria. Votación que fue dada de baja por un sector de la multisectorial, cuestión que retomaremos más adelante.
El debate sobre la ley de humedales
La multisectorial se nuclea alrededor de la consigna “Ley de Humedales Ya”, que este miércoles fue tendencia en twitter porque comenzaba el debate sobre su tratamiento en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso mientras la extensión de las quemas llevaban el humo hasta Buenos Aires.
Se trata de una consigna progresiva, que sirve para nuclear la exigencia por una regulación de un espacio natural que se ve amenazado por la voracidad capitalista. Pero también es ambigua en la medida que hay hoy 6 proyectos en consideración, impulsados por el Frente de Todos, Cambiemos y el PS santafesino, todos defensores de los intereses de empresarios y terratenientes de manera más o menos explícita.
Como denunciamos arriba del puente, estos empresarios y terratenientes están envalentonados porque vienen de gozar una enorme impunidad durante el macrismo. Impunidad que el gobierno de Fernández les ha confirmado cada vez que generó expectativa al rededor de alguna legislación progresiva, sólo para echarse para atrás ante la presión de los empresarios y la derecha.
Este fue el caso del aborto, el impuesto a las grandes fortunas y, más significativamente en la provincia, la expropiación de Vicentín. También así lo atestigua el reciente pedido por parte de la ganadera Carolina SA, de permiso para lotear en las islas con el fin de iniciar un emprendimiento inmobiliario, al que el Consejo Deliberante de Victoria comenzó a tratar este jueves. Esteban Hernández, titular de la empresa argumenta que su proyecto se ajusta al PIECAS (Plan Integral Estratégico para la Conservación y el Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Paraná) y que busca generar desarrollo sustentable.
Un programa independiente
Resulta necesario entonces precisar qué se espera de una ley de humedales, para poder hacer la exigencia concreta al gobierno e intervenir políticamente desde abajo en un debate que se intenta tomar sólo por arriba. La construcción de estos puntos básicos de exigencia es un debate que es necesario dar franca y libremente de cara a todo el activismo en asambleas y comisiones abiertas.
Desde el Nuevo MAS consideramos que es incompatible preservar el humedal mientras se mantienen los beneficios y las ganancias de aquellos que lo amenazan cotidianamente. Lejos de entrar en un falso debate de productivismo vs. ecologismo, tenemos que plantarnos desde el punto de vista de preservar el humedal como espacio natural, así como a las personas que allí viven, transitan y se ganan la vida.
Bajo este criterio pensamos que cualquier ley de humedales debe empezar por la expropiación de los grandes terratenientes y empresarios, que ya han demostrado que no hay ley, decreto o fallo que los detenga en su ambición. También de rechazar de plano la militarización de las islas que promueven desde el gobierno como modo de controlar los focos que supuestamente se inician por descuidos de kayakistas y acampantes, una maniobra con la que intentan dividir a rosarinos y victorienses
Estos son algunos puntos básicos pero fundamentales que queremos traer al debate para empezar a sentar posición por una ley de humedales a la medida de nuestras demandas. Como dijimos en la última asamblea, no tenemos ninguna confianza en el gobierno, el parlamento ni la justicia, confiamos en la fuerza de la movilización para imponer la protección del humedal de la depredación capitalista.
Lucha, participación y democracia
El ejemplo de esta fuerza lo vimos en las inmensas movilizaciones del pueblo mendocino en defensa de la Ley 7722 a principios de este año, que lograron torcerle el brazo a los pulpos mineros, el gobierno radical de Suárez y al gobierno nacional que impulsa la reactivación de la mega minería. Lo mismo ocurrió en Chubut en defensa de la Ley 5001 y las movilizaciones en Rosario tienen el potencial de ser parte de ese fenómeno.
Desde este punto de vista, consideramos que hay que poner en pie un enorme movimiento combativo y democrático para imponer nuestras condiciones a un gobierno y una oposición que coinciden en preservar los intereses de los empresarios, y no limitarnos a presionar para que salga alguna ley de humedales.
La entrada en escena de un nuevo activismo alrededor de la lucha contra las quemas es auspicioso en un momento en que se siente la bronca por abajo pero los conflictos sociales aparecen pisados por las burocracias sindicales, estudiantiles y de todo tipo que le cuidan la espalda al gobierno.
Pero también nos presenta con el desafío de estar a la altura de darle a ese activismo una dirección que lo potencie y lo haga protagonista de la lucha. Por lo que las formas de organización son muy importantes. Consideramos que la asamblea es fundamental como espacio de deliberación y definición de los que luchan y su soberanía no puede ser puesta en cuestión o relativizada.
Por supuesto que las comisiones, reuniones de multisectorial, grupos operativos y demás instancias son de vital importancia para motorizar lo que se define, y sostenerlas supone un esfuerzo por parte del activismo y las organizaciones. Pero entendemos que el espacio por excelencia donde se procesa el debate y se hacen los balances es la asamblea general, abierta, participativa y democrática.
Desde ese lugar consideramos un grave error por parte de un sector de la Multisectorial el haber pasado por encima del mandato de asamblea, el haber dado por irrealizable una actividad votada en vez de apoyarse en el activismo, apelando a la creatividad y la organización por abajo para vencer las dificultades logísticas y organizativas.
De la misma manera que nos parece un error unilateral la definición de no hacer asambleas en las acciones de lucha. La asamblea fue lo que le dio el contenido al corte del sábado pasado. También es allí donde se expresa el activismo más activo y se abre el debate a más gente. Si separamos el debate de la lucha, corremos el riesgo de caer en definiciones burocráticas que terminen por apartar y aplacar al activismo, más que potenciarlo.
Prepararnos para nuevas luchas
Este movimiento viene creciendo. Desde pequeñas acciones junto al río, al multitudinario abrazo en Parque España, de la concentración de cientos frente al Consejo, a miles sobre el Puente se ve cómo toda un nuevo activismo se pone de pie trayendo consigo experiencias y debates que suman a una lucha contra un sistema nocivo e irracional.
Hacemos este aporte apostando a este crecimiento y a fortalecer este movimiento de cara a las enormes luchas que tenemos por delante para frenar las quemas, conquistar una ley de humedales y enfrentar este sistema capitalista que sólo nos ofrece explotación, miseria y depredación.