Propuestas del Nuevo MAS ante la crisis del coronavirus

La pandemia de coronavirus ha llegado a América Latina. Amén de la situación en el resto del mundo (en China y el sudeste asiático parece haber de momento un relativo control de la pandemia; mientras que en Europa occidental la misma aparece desbocada y está estallando a estas horas en EE.UU.), en nuestro subcontinente se registran casos en todos los países, resaltando los casi 2500 infectados en Brasil, mas de 1200 en Ecuador, un numero similar en Chile, y más de 500 en nuestro país.

Frente a esta situación, en Argentina, Alberto Fernández ha declarado la cuarentena el 20 de marzo (se rumorea que es casi un hecho su extensión hasta el 12 de abril). Si bien, desde el punto de vista sanitario, es una medida correcta -medieval pero correcta dada las circunstancias- la misma debe ir acompañada de un conjunto de iniciativas que permitan enfrentar esta dramática epidemia en las mejores condiciones, teniendo en cuenta la precariedad del sistema de salud en la Argentina. Como ha sucedido en todo el mundo, el desfinanciamiento y la privatización de la salud pública en las últimas décadas han dado lugar a una estratificación clasista del sistema de salud, donde los trabajadores, tanto formales como informales y los sectores populares, deben recurrir a hospitales vaciados, con crisis de infraestructura y trabajadores precarizados y mal pagos.

Al mismo tiempo, mientras sostenemos que la cuarentena es necesaria dadas las condiciones, alertamos sobre la dinámica de virtual Estado de Sitio que está en desarrollo con el despliegue de las fuerzas represivas en las calles, la detención de cientos de personas, y el delicado ingreso de las Fuerzas Armadas en el cumplimiento de tareas civiles como el reparto de comida en el conurbano, situación que podría encubrir la disposición del gobierno nacional y de la Provincia de Buenos Aires de hacerlas intervenir –política y militarmente, por así decirlo- ante la eventualidad de que la crisis económica y el escalamiento de los fallecimientos genere desbordes populares.

Es que el otro efecto de la cuarentena es poner en “parate” a una economía que ya acumula años de recesión, y crecientes índices de desocupación, informalidad y pobreza. Mientras se pronostica el hundimiento de la economía global en una crisis más dramática que la del 2008, las medidas anunciadas por el gobierno hasta el momento aparecen como una gota en un océano: absolutamente insuficientes ante los bolsones de población completamente desamparada que generó el capitalismo dependiente argentino y sus gobiernos en las últimas décadas.

Frente a la pandemia, y a la consiguiente crisis sanitaria, económica, política y social que genera, nuestra organización levanta un programa obrero y socialista, anticapitalista y solidario para enfrentarla que impulsa la organización desde abajo y que coloca en la primera línea el cuidado de los que nos cuidan, los trabajadores y trabajadoras de la salud:

 

  1. Urgente aumento del presupuesto de salud. Duplicación del salario para todos sus trabajadores. Abastecimiento de indumentaria, barbijos y alcohol en gel. Cuidemos a los que nos cuidan. Por comisiones de trabajadores y trabajadoras de la salud en hospitales y clínicas para exigir los recursos necesarios. Tests masivos para evitar la propagación en la población y descentralización de los estudios.
  2. Sistema universal de salud, para que todo paciente pueda ser atendido de manera indistinta en cualquier centro de salud, sea público o privado. Reconversión de la industria para la producción de insumos médicos y todo lo necesario para enfrentar la pandemia. Nacionalización sin pago de los laboratorios que lucran con la salud del pueblo.
  3. Por la provisión de medicamentos gratuitos a quienes lo necesitan. Fuera la burocracia sindical de las obras sociales y el control democrático por parte de comités de trabajadores electos por la base.
  4. Suspensión por 15 días de la producción y desinfección de todos los lugares de trabajo, con licenciamiento con goce de sueldo al 100%. Comisiones de seguridad e higiene organizadas por sus trabajadores en las ramas esenciales para garantizar el cuidado.
  5. Prohibición de despidos. Pase a planta permanente de todos los contratados, precarizados y monotributistas. Aumento de salarios del 50% para todos los trabajadores. Aplicación de la cláusula gatillo indexada mensualmente. Salario Universal para los desocupados, acorde al valor de la canasta básica.
  6. Plan de obras públicas para impulsar la economía, con todas las medidas de higiene necesarias para cuidar a los trabajadores de la construcción y demás sectores de abastecimiento. Plan de viviendas populares, saneamiento y cloacas para evitar el hacinamiento. Construcción de nuevos hospitales de alta complejidad.
  7. Urbanización urgente de villas y asentamientos. Conversión de los hoteles en albergues para las personas en situación de calle.
  8. Retrotraer los precios de todos los productos de consumo masivo al 1º de febrero de 2020 y congelamiento de los mismos. Abastecimiento de todos los productos de primera necesidad. Expropiación de toda fábrica o comercio que especule con los precios. Aumento inmediato de las jubilaciones e indexación mensual según la inflación. Anulación del aumento del 51% del monotributo.
  9. Duplicación de las frecuencias de los transportes en horas pico para evitar el hacinamiento cuando se liberen sectores productivos de la cuarentena; incorporación de personal y puesta en circulación bajo control de sus trabajadores. Gratuidad del transporte público.
  10. Impulsar la organización por abajo donde se retome el trabajo o sea servicio esencial. Exigir a los dirigentes sindicales que dejen de hacerse los distraídos y exijan nacionalmente que ningún lugar de trabajo se mantenga en actividad o retome tareas sin condiciones estrictas de higiene y salubridad.
  11. No a la militarización. Alertamos contra una dinámica creciente de virtual Estado de sitio. No a la legitimación de las Fuerzas Armadas genocidas con la excusa de la pandemia. Convocatoria a las organizaciones sociales, políticas, sindicales y estudiantiles para colaborar solidariamente en todas las tareas que haga falta, con plenas garantías de higiene y seguridad.
  12. Por el incondicional derecho a la protesta social y el impulso de todas las acciones solidarias entre los trabajadores y trabajadoras. Plenos derechos de organización para la clase trabajadora, las mujeres y la juventud.
  13. No al pago de la deuda externa. Que la crisis la paguen los capitalistas. Impuestos progresivos a las grandes riquezas, empresarios, bancos y especuladores. Expropiación y puesta en funcionamiento de toda fábrica que cierre o despida bajo control de sus trabajadores.
  14. Nacionalización de la banca y monopolio del comercio exterior y de las divisas bajo administración y/o control de los trabajadores. Por un plan económico de los trabajadores.
  15. Por un gobierno de los trabajadores y el pueblo. Por el socialismo.