Johan Madriz
Un informe de Oxfam reveló la magnitud del saqueo capitalista durante la pandemia en América Latina: 73 milmillonarios aumentaron su fortuna entre marzo y junio en $48.200 millones, con un aumento promedio diario de $413 millones.
Esa gigantesca cifra equivale a un tercio de todos los recursos destinados por los países de la región en paquetes de estímulo económico, señala el informe. Además, agrega “los multimillonarios de esta parte del mundo permanecen inmunes a la crisis económica provocada por la pandemia de coronavirus en una de las regiones más desiguales del planeta”.
Esta información da cuenta de que los ganadores de la pandemia son los grandes empresarios que siguen y aumentan sus negocios mientras cientos de millones de personas en la región ven sus salarios reducidos, sus condiciones laborales atacadas y se enfrentan a la precarización. Este es el resultado de los intereses que mueven a los distintos gobiernos que solo escuchan los clamores empresariales de apertura de las economías a costa de la salud y vida de las personas trabajadoras.
A inicios de mayo Forbes también informó que en los primeros 23 días de cuarentena en Estados Unidos 607 milmillonarios ganaron $282 mil millones. Dentro de esos estaría en primer lugar Jeff Bezos, el fundador de Amazon, que aumentó su fortuna en $10 mil millones debido al cierre de cientos de pequeñas empresas y de un aumento en el comercio electrónico que ha sumado la cuota de mercado de la empresa. “El incremento de la riqueza de Bezos no tiene precedentes en la historia financiera moderna y varía enormemente de un día para otro”, dice el informe.
Asimismo, señalaban una cierta “inmunidad” de las grandes fortunas a los desastres económicos: “inmediatamente después de la crisis económica mundial de 2008, los entonces 400 milmillonarios norteamericanos de la lista Forbes vieron cómo su riqueza caía y pasaba de 1,57 billones en 2008 a 1,27 billones en 2009. Pero en los 30 meses siguientes a la caída de septiembre de 2008, la mayoría de estas fortunas se recuperaron y en 2012 la riqueza multimillonaria había alcanzado ya 1,7 billones de dólares. Entre 2010 y 2020, la riqueza de la clase milmillonaria de los Estados Unidos aumentó en un asombroso 80,6%, de 1,6 billones de dólares a 2,9 billones de dólares”.
Esta “inmunización” es el resultado de las políticas definidas por los gobiernos que trabajan en función de los sectores burgueses y que socializan las pérdidas mientras privatizan las ganancias (al mejor estilo de las AFP en Chile).
Mientras grandes sectores de la población mundial padecen serios aprietos resultado de la crisis, los grandes capitalistas hacen sus negocios a costa de la explotación de la clase trabajadora. Es la lógica capitalista de generar ganancias a cualquier precio.
Entretanto, los gobiernos vienen implementando medidas regresivas de ajuste sobre los sectores más golpeados. El aumento de impuestos sobre el consumo, la flexibilización de las legislaciones laborales y la disminución de los presupuestos públicos en detrimento de las inversiones sociales son parte de ese esquema, que es completado con un aumento del endeudamiento externo, que tiene como una de sus figuras claves al FMI y sus planes de ajuste estructural a cambio de fondos.
Resulta más que claro que son precisos impuestos a los grandes capitales para hacer frente a la crisis. Esta medida no es una propuesta, es una necesidad para atender a los 52 millones de personas que caerán en la pobreza o a los 140 millones que se mantienen en la informalidad, uno de los sectores más golpeados.
La pandemia del Covid-19 es un enorme alegato contra el capitalismo del siglo XXI, un capitalismo voraz al que le importa un comino la vida de las personas trabajadoras. Un capitalismo que explota y oprime como nunca, que destruye la naturaleza y frente al cual el coronavirus es una nueva advertencia de que debe ser superado para que no lleve a la humanidad a la barbarie.