Se prolonga el estado de alarma hasta el 13 de abril

Pedro Sánchez ha anunciado la prolongación de 15 días del estado alarma y confinamiento hasta el 13 de abril. Un confinamiento al que siguen sin tener derecho los trabajadores, cuya obligada actividad podría profundizar la propagación del virus.

Socialismo o Barbarie Barcelona

Manejamos cifras de 28.572 infectados, 1.720 fallecidos y 2572 altas médicas, de los cuales 3.500 infectados son sanitarios. Por esta razón el ministro de Sanidad anunció hace tres días la incorporación de profesionales jubilados de salud, así como estudiantes del último año de las carreras de medicina y enfermería. Además, el recinto ferial IFEMA en Madrid ha sido habilitado a contrarreloj como hospital, con el objetivo de acoger enfermos con síntomas leves. En Catalunya (con casi 5.000 casos) se han habilitado cinco hoteles para pacientes leves.

Estas desesperadas medidas dan cuenta del colapso del sistema sanitario que se está viviendo en el país y sobre todo en Madrid, donde hay casi 10.000 casos. En varios hospitales se está duplicando y triplicando su capacidad.

Ayer sábado por la noche comparecía el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: “Lo peor está por llegar. Quedan días muy duros. El número de contagiados y de fallecidos va a aumentar.” Por otro lado, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha alertado que el punto crítico para las UCI será con entre una y dos semanas de retraso después del punto álgido de contagios, que se espera que sea esta semana.

En la reunión hoy de Pedro Sánchez con los presidentes autonómicos, todos los representantes reclamaban más medidas y más material.

En los balcones, antes de la comparecencia del presidente, se escuchó una cacerolada contra el Gobierno y su gestión.

Mientras tanto, empresas y patronales hacen pagar la crisis a las y los trabajadores. Exigimos la prohibición de los ERTEs – pactados entre la patronal, el Gobierno y la burocracia sindical – y de los despidos. Reclamamos la suspensión en los trabajos prescindibles sin ninguna penalización del sueldo, deteniendo la producción durante quince días allá donde fuese necesario desinfectar.

Exigimos mayor inversión en sanidad pública y condiciones adecuadas de salud y protección a las y los trabajadores – en especial a los del sector sanitario – y la reconversión de la industria para producir materiales necesarios para enfrentar la crisis del COVID-19.

Que esta crisis la paguen los burgueses y no la clase trabajadora.