Flora Kessler
Los trabajadores de la APHP (Assistance publique des hôpitaux de Paris – Asistencia Pública de los Hospitales de París) se encuentran en pie de lucha contra el plan de Hirsch, el director, que busca por todos los medios reducir gastos de personal. Es que sigue la política de austeridad que imponen la Unión Europea y el gobierno patronal del Partido “Socialista”.
La APHP cuenta con 38 hospitales y 92.000 trabajadores en la región parisina. Desde hace años los gobiernos han logrado reducir el personal médico, administrativo y técnico. Por eso hay sobreexplotación y stress que provocan suicidios de los trabajadores. Y los pacientes sufren la degradación de la atención que implica la sobrecarga de trabajo. Se impone el criterio de rentabilidad capitalista del hospital. Así, muchos enfermos salen sin cumplir el período de hospitalización recomendado, porque no tienen dinero para pagar el “ticket moderator” de 83 euros diarios que no cubre la seguridad social general.
El último ataque del gobierno del PS busca a través del chantaje, reducir el tiempo de descanso del personal sin aumentar los salarios. ¡Si los trabajadores aceptan, promete crear nuevos empleos! Van a trabajar más por el mismo salario, cuando ya muchos ni pueden tomar vacaciones porque no hay reemplazos. Mientras tanto, enfermeras, parteras, médicos y otros profesionales jóvenes hacen cola en las oficinas de desempleados.
El pasado 21 mayo, los trabajadores fueron a la huelga e hicieron una gran concentración frente a la oficina de Hirsch. Había gran combatividad, pero los dirigentes de los sindicatos se limitaron a hacer discursos en una calle poco visible. Los trabajadores terminaron cansándose y se retiraron algo frustrados. Los sindicatos llamaron a hacer asambleas en los hospitales y a volver el próximo jueves 28.
Está claro que la burocracia sindical no quiere sacar el conflicto a la calle. Vuelve a aplicar las jornadas de huelga “intermitentes”… que cuestan caro a los trabajadores porque pierden el día de trabajo… sin ejercer una presión que obligue al gobierno a ceder. Fue la misma táctica la que causó la derrota de las grandes luchas del 2010 por las pensiones.
Hay numerosos militantes de izquierda radical en los hospitales. Generalmente son activistas en los sindicatos de CGT y Sud. Los militantes del NPA (Nouveau Parti Anticapitaliste) llamamos a la convergencia de luchas entre los hospitales, porque la táctica de las burocracias de las federaciones de la salud CGT y Sud es impedir toda relación y democracia entre sus trabajadores.
Si ahora llaman a concentraciones de todos hospitales de París, es porque están obligados por la presión de los trabajadores de base. Los burócratas vienen atacando a los militantes que proponen la unificación de luchas, diciendo a los otros trabajadores que son “infiltrados de los partidos”.
Tenemos que advertir a los trabajadores de esas maniobras de los sindicatos que protegen al gobierno. Si no desbordamos a la burocracia, no podremos derrotar este ataque.