Martín Mandeb
En este caso la elegida ha sido Kamala Harris, Senadora por California y ex fiscal general del mismo distrito. El reflejo de las grandes movilizaciones de los últimos años es evidente: Una candidata mujer, para empalmar con el #Metoo y las manifestaciones del movimiento de mujeres contra Donald Trump; a la vez que una candidata de la comunidad afroamericana para reflejar las movilizaciones desatadas a raíz de asesinato de George Floyd (Harris es hija de una mujer Hindu y un hombre jamaiquino). Esto, sumado a sus recientes declaraciones abogando por una reforma policial la convierte en una candidata que, en definitiva, puede teñir de otro color a la del moderado Biden para posicionarse como una alternativa progresista de buenos modales.
Pero ¿Es Kamala Harris una candidata del arco progresista del partido demócrata? En política, sucede mucho que entre el ser y el parecer haya bastante distancia, y en el caso de Harris pareciera que se trataría de una de esas ocasiones. Porque, aunque ya se han empezado a difundir las fotos de las participaciones de la senadora (por entonces estudiante de Berkeley) en las movilizaciones contra el racismo de la sociedad norteamericana, el tiempo ha pasado, y con él los pensamientos progresistas de la candidata han ido deslizándose hacia posiciones bastante más conservadoras.
Solo para empezar, su carrera política comenzó siendo elegida como fiscal por el distrito de San Francisco, siendo apoyada por el sindicato policial de dicho lugar para que derrotara a otro candidato de corte más progresista. Con el correr de los años, y de ascensos, estuvo apuntada en varias ocasiones por ser una fiscal que no buscaba investigar a la policía cuando esta había asesinado a personas afroamericanas[1]. En dos ocasiones, incluso, rechazó apoyar legislaciones que hubiesen permitido profundizar la investigación pública en casos de asesinatos llevados por policías en tiroteos en uno de los distritos con mayor tasa de gatillo fácil por parte del aparato policial[2].
Y si a algún lector le quedaba alguna duda sobre las vacilaciones, por decir lo menos, presentadas más arriba, para terminar de zanjar la cuestión solo cabe recordar que, en cuando oficio de fiscal general, Harris revocó un fallo que declaraba anti-constitucional la pena de muerte en el estado de California, remarcando que este sistema absolutamente reaccionario es “cuidadoso y necesario”[3]. Fallos como el mencionado explican que el meme de “Kamala Harris is a Cop” (Kamala Harris es una policía) fue altamente viralizado en los últimos años.
Es evidente que, a pesar de lo que parezca, Harris fue elegida para garantizar que cualquier vestigio de progresismo sea moderado, cuando no condenado a la impotencia. Por más opositores que puedan ser a Trump, nada tienen que ver estos candidatos con una salida progresiva para los trabajadores y la comunidad afroamericana. Esta candidata no es una que apunte a ello, ni el partido democrata es el partido que se interese por estos objetivos. La rebelión popular ha demostrado que existe terreno para una alternativa a la izquierda de todos estos sectores falsamente progresistas, y la apuesta a construirla es la única salida segura que puede haber para los sectores populares de Estados Unidos.
[1] Véase “‘Top Cop’ Kamala Harris’s Record of Policing the Police” https://www.nytimes.com/2020/08/09/us/politics/kamala-harris-policing.html?auth=login-facebook
[2]Véase “Must Reads: Here’s how California became the most secretive state on police misconduct” https://www.latimes.com/politics/la-me-california-police-discipline-secret-20180815-story.html
[3] Véase “Federal appeals court reverses ruling that said California’s death penalty system is unconstitutional”https://www.washingtonpost.com/news/post-nation/wp/2015/11/12/federal-appeals-court-reverses-ruling-that-said-californias-death-penalty-system-is-unconstitutional/