Chile: Crónicas de la rebelión (3)

Testimonio desde Santiago de Chile: El gobierno intenta (infructuosamente) normalizar la situación mientras las cosas se radicalizan.

Melvin

Santiago de Chile,  21 de octubre de 2019.

Hoy Santiago de Chile amaneció con relativa calma después de una nueva jornada nocturna de manifestaciones que nuevamente desafiaron al toque de queda establecido por el gobierno y que no se circunscribieron solo a la capital, sino en muchas otras ciudades y pueblos. El gobierno intenta dar la imagen de que todo volverá a la normalidad a partir de hoy, con el funcionamiento parcial de los medios de transportes y servicios públicos.

Aunque una de las medidas tomadas fue decretar la suspensión de clases para los alumnos de enseñanza media, medida que busca desmovilizar a los estudiantes secundarios quienes comenzaron con las acciones de evasión del metro el día viernes y fue la chispa que encendió esta rebelión popular. Hoy además organizaciones gremiales y estudiantes universitarios han anunciado movilizaciones.

En las acciones de protesta, cacerolazos y cortes de calle han estado representados chilenos de todas las edades y condiciones sociales, aunque debemos señalar que destacan por el entusiasmo y combatividad los estudiantes secundarios, los jóvenes y las mujeres. Estos son los protagonistas principales y los baluartes de este movimiento social.

Anoche Piñera habló por cadena nacional e insistió en una hipótesis y discurso que viene desarrollando desde hace un rato, de que existe una organización criminal detrás de las manifestaciones y protestas sociales y de que “estamos en guerra” contra la delincuencia. Con este argumento busca descentrar el tema de fondo, el ansia de reformas profundas que animan a amplios sectores de la población chilena y la división al plantear la dicotomía entre chilenos honrados v/s delincuentes.

Piñera valoró (e incentivo) la autorganizaciòn de comerciantes y vecinos de los sectores acomodados quienes formaron bandas armadas para defender sus comercios y vecindarios ante la posible amenaza de saqueos y robos. Con ello intenta ganar el apoyo de la clase media. Este miedo es amplificado por la prensa y la TV quienes cubren extensamente los actos de vandalismo y saqueos y no así la brutal represión estatal. Distinto sectores políticos criticaron estas declaraciones incendiarias por parte del presidente. Quien intenta apagar el incendio social tirándole más bencina (nafta).

El gobierno declara hace una hora través de su ministro Andrés Chadwick que son 350 los detenidos anoche por no respetar el toque de queda, hubo 110 saqueos a supermercados, más de 14 incendios, 50 carabineros y militares heridos, y solo reconoció 3 muertos hasta el momento (dos en un incendio y uno baleado por militares en Coquimbo). No dando cifras exactas de las víctimas de la represión policial y militar a pesar de las preguntas de los periodistas. Por las redes sociales los chilenos han visto imágenes tomadas por manifestantes y transeúntes que evidencian que las cifras de muertos y heridos es mucho mayor. En una de ellas un vehículo de carabineros atropella intencionalmente a un manifestante el que quedó en estado grave. Otro video muestra en la comuna de Colina como un manifestante queda tendido sangrando y sin señales de vida después de recibir un balazo en su abdomen y es retirado por los policías y militares quienes lo arrastran por el suelo. Chadwick insistió en que se está en una guerra contra los violentistas y vándalos, respaldando plenamente la labor de los carabineros y el ejército y no haciéndose cargo de los atropellos y la violencia ejercida por estos.

A estas horas (13 p. m.) en la capital y en distintas ciudades comienzan nuevamente la concentración de personas y el movimiento de protesta se apresta a una nueva jornada de lucha. Se exige el regreso de los militares a los cuarteles y el fin de las medidas de excepción.