#EvasiónMasivaTodoElDía fue el llamado estudiantil a iniciar las protestas. De manera espontánea, cientos de estudiantes se agolparon en las estaciones del “metro” para pasar a las estaciones, llenándolas de manifestantes.
Estación Chile España #Cacerolazo #EvasionMasivaTodoElDia pic.twitter.com/Qu0mk7LjMc
— Anibal Vargas Rios (@anvargasr) October 18, 2019
Como hemos dicho, la chispa que inició el incendio fue el aumento de las tarifas del subterráneo de un 4%. Pero este último aumento fue parte de un paquete de tarifazos más general, que incluye aumentos anteriores en el transporte público pero también de los servicios de electricidad. Los aumentos se deben a un creciente deterioro económico en el vendido paraíso liberal chileno, ajustes impulsados por el gobierno en muchos rubros.
Este es mi chile!!! Despertando de las innumerables injusticias de años!!🇨🇱 #nunoa #EvasionMasivaTodoElDia #Cacerolazo pic.twitter.com/Ex2ZemkKvD
— Romi (@rominasanhueza) October 19, 2019
Los estudiantes secundarios vienen de una tradición de lucha de más de una década, que los ha hecho protagonistas de las principales peleas contra el régimen de herencia pinochetista que rige al país. La “revolución pingüina” del 2006 contra el gobierno de Bachelet fue la señal de largada de diversas movilizaciones a lo largo de los años exigiendo por la educación pública. Esta pelea tuvo varios picos subsiguientes, como la del 2011 contra Piñera.
El cacerolazo en Chile. Quito, luz de América, encendió la chispa de América del Sur. pic.twitter.com/IrV22r8k3Z
— Andrés Groner (@Groner_EC) October 19, 2019
A los estudiantes se han sumado otros sectores de la población en cacerolazos y las protestas han escalado hasta escaparse del control del gobierno. Los portuarios han llamado a su vez a preparar la convocatoria a un paro general.
A la manera de Lenin Moreno, Piñera optó por imponer el toque de queda y desatar una represión feroz. El rechazo a la sistemática política represiva del Estado chileno se ha convertido en protagonista en sí mismo de las protestas.
Las calles de Santiago y otras provincias conmovidas por la movilización han sido invadidas por los “pacos”, los carabineros, la fuerza represiva más odiada y de fuerte tradición pinochetista.