Manuela Castañeira
Compañeras, compañeros y compañeres hoy sentimos la emoción que nos recorre el cuerpo de sabernos históricas.
Este es un triunfo que se construyó contra viento y marea, desde abajo, dando la pelea, ganando voluntad por voluntad. Nos dijeron locas. Nos dijeron piantavotos. Nos dijeron que había temas más importantes. Nosotros y nosotras siempre supimos que los temas importantes no se guardaban abajo de la alfombra, no tenían tiempos políticos correctos o incorrectos, no eran moneda de cambio. Este derecho es nuestro, porque lo hemos conquistado en la calle, desde abajo, en cada puerta de hospital, en cada colegio, en cada lugar de trabajo. No es de nadie y es de absolutamente todos y todas.
Este es un triunfo especialmente también de la maravillosa juventud que decidió levantar la bandera del aborto legal como mensaje de futuro para pelear por una sociedad diferente también. Se agarró del derecho al aborto para decir mucho mas, para decir qué lugar tenemos, quién decide por nosotres, quien no tiene que decidir por nosotres.
Las pibas fueron a los colegios y convencieron a los grandes, convencieron a directores de escuela, a maestros, a padres, a compañeros y salieron a la calle y no les importó nada. Con la fresca conciencia de que los derechos se conquistan en la calle. Y hoy se nos infle el pecho porque sabemos que luchar da resultados, que luchar es el camino, que es luchar en la calle.
No se trataba de convencer a un diputado, de ganarse el favor de un gobierno de turno. Se trataba de imponerlo, se trataba de conquistarlo desde abajo, de cada pañuelazo, de cada acción, de buscar la solidaridad de mas sectores, de construir lazos, de no encerrarse, de aliarse también a la clase trabajadora para conseguir más y mejores derechos.
Hoy tenemos la enorme y la gran alegría de haber conseguido el aborto legal. Este es un derecho que nos fortalece para pelear por muchos más derechos. Y la emoción no es solo por lo importante de que las mujeres y personas gestantes en la Argentina seamos hoy un poco mas libres, es también porque es un mensaje para la clase trabajadora, para todos los explotados y oprimidos: que hay que organizarse y que hay que luchar.
Ahora tenemos un manchón verde enorme en Latinoamérica, que va a ser un mensaje para todas las iglesias, para todos los conservadores de la región. Le damos un abrazo al mundo que nos ha acompañado y que nos ha mirado. Se fortalecen las polacas, se fortalecen las chilenas, nos fortalecemos todos y todas. Y por eso festejamos con esta alegría.
Sabemos también que lo que ganamos es un movimiento enorme, que tiene que permanecer y fortalecerse para defender la aplicación, para que no haya maniobras en la reglamentación. Pero porque lo que nosotras avanzamos además en conciencia y organización se tiene que profundizar, tiene que seguir por más derechos y porque ustedes saben, y Las Rojas siempre lo dijimos, somos feministas socialistas, queremos cambiar el mundo y para eso tenemos que estar todos.
Gracias a todos, a todas. Felicitaciones a cada piba, a cada pibe, a cada compañero que se plantó. Gracias a los compañeros trabajadores que en lugares de trabajo y en las fábricas ponían los cartelitos, y hoy también están acá, y les discutían a sus compañeros de trabajo que había que ser diferentes, que había que ser solidarios, que había que aliarse con las mujeres. Esos son mensajes de fondo, eso también me emociona y es lo que queremos construir. Y es el mensaje también de quién es el Nuevo MAS y quién es Las Rojas. Estas banderas, esta agrupación abre los brazos, levanta los puños, los invita a militar y a organizarse.
Esto recién empieza, por más pelea, más derecho, mas calle. Hay que dar vuelta todo.
¡Hoy sí que estamos haciendo historia!
Muchas gracias