La policía no nos cuida, nos agrede

Numerosos vídeos por la redes muestran el aumento de los abusos y agresiones policiales a personas que se encuentran en la calle, mayoritariamente yendo a trabajar, paseando al perro o con permiso médico.

Xavi Posets

El Gobierno español instala un clima reaccionario en la lucha contra el coronavirus, al llenar las calles de policía y militares.

La presencia policial y militar en las calles es exagerada y se intenta legitimar con la asignación de tareas necesarias pero impropias de estos cuerpos, como desinfectar, trasladar pacientes, construir hospitales de campaña… Tareas más indicadas para algunos sectores laborales. Las únicas tarea propias de la policía y el ejército son las de controlar y reprimir.

Las muestras de abusos y agresiones no son casos aislados, como pretenden inculcar desde los medios. Es el accionar de los cuerpos de seguridad del Estado en cualquier momento de tensión, siguiendo órdenes del Estado estrictas y contradictorias a la lucha contra el COVID-19.

Estos abusos no suceden nunca contra la clase burguesa. No hemos visto a la policía reprimir a empresarios por obligar a sus trabajadores a ir a trabajar sin ser esencial, arriesgándose a contagiarse hacinados en el transporte público. Lo que vemos son palos contra la gente que va a trabajar, que saca el perro, que tiene trastornos psicológicos y necesitas salir a la calle (¡y tiene permiso médico!), que no tiene hogar… en definitiva, a la clase trabajadora. No es casualidad que la mayor presencia policial se encuentre en barrios obreros y populares.

Este recopilatorio de videos pretende dar cuenta del verdadero papel de los cuerpos de seguridad frente a la posición adoctrinadora de los principales medios de televisión y el Estado de “la policía nos cuida”. No, la policía no nos trata la neumonía, no suma presupuesto a la sanidad ni nos da de comer. Tampoco nos cuidan los “policías de balcón” que denuncian a cualquier persona que anda por la calle saltándose la cuarentena, sin saber los motivos que han llevado a esa persona a exponerse al virus, y arriesgando a esa persona a ser detenida y hacinada en un calabozo donde es más probable que se contagie.

Bilbao, barrio de San Francisco. La Ertzaintza agrede y detiene a una mujer y a su hijo que sufre alguna patología mental cuando estos iban a comprar. Se ha denunciado fuerte militarización e incremento de abuso policial en este barrio, concretamente contra vecinas y vecinos migrantes y racializadas.

Esta noche, lunes 30, se ha convocado una cacerolada a las 21.00 horas contra el racismo y la brutalidad policial en respuesta a la última agresión en San Francisco, Bilbao, que se ha vuelto viral por redes.