Bolivia: Denuncian que policías de civil secuestraron a dirigente del MAS

Gravísimo: Yapacaní, Santa Cruz. Denuncian que policías de civil, encapuchados, secuestraron a Marcial Escalante luego de entrar por la fuerza a su casa. Hasta el momento no se sabe nada de su paradero. Son los métodos de las viejas dictaduras militares.

Militantes del MAS denuncian que el vicepresidente de dicho partido en la zona fue secuestrado por policías de civil y que todavía no saben nada de su paradero. La acción del grupo de tareas se habría dado en torno a las 3 a.m. y según la denuncia se lo habrían llevado a destino desconocido luego de ingresar violentamente a su casa, golpear a su esposa y robarle sus pertenencias.

Escalante había participado recientemente de una reunión con Evo Morales en Argentina como se puede ver en la foto que encabeza esta nota.

El gobierno golpista sigue cebando a las fuerzas policiales con avanzadas represivas que buscan consolidar el régimen y reinstaurar la dominación sin límites de la vieja clase dominante. Porque si bien el gobierno de Evo Morales fue cien por ciento capitalista, implicó un régimen de «compromiso», de reconocimiento parcial de las organizaciones de masas indígenas, obreras y campesinas, de los derechos de los pueblos originarios, aunque no se cambiaran las bases sociales del país. Las viejas clases dominantes blancas y racistas no podían aceptar ni siquiera un barniz «democratizante» a su gobierno, de «integración» de los «indios», aunque su poder no hubiera sido cuestionado.

Con el régimen golpista de Añez buscan entonces recuperar lo (poco) perdido, pasando por arriba de toda formalidad democrática con la feroz persecución de toda oposición, incluso de la más moderada.

En un contexto de persecución, judicialización y exilio de los dirigentes del principal partido del país, las próximas elecciones de enero no pueden ser más que una simulación que busca darle un barniz de legitimidad «democrática» al golpe. En estas condiciones, las elecciones no pueden ser más que la sanción «electoral» de un poder que se afianza extra electoralmente, por la fuerza.

De esta mentira participan todas las instituciones del régimen… incluido el perseguido partido de Evo Morales, que no quiere romper con las instituciones y la clase social con las que puede (y quiere) ejercer el poder.