Argentina, el conejillo de indias para la nueva vacuna contra el Covid-19

El gobierno espera, con esta "colaboración", obtener alguna ventaja a la hora de la posterior distribución de la vacuna, sin embargo, es una apuesta muy arriesgada, al exponer a pacientes a una tecnología de resultados todavía inciertos a gran escala.

Facundo Oque

Según trascendió en las últimas horas, será probada en pacientes en Argentina una vacuna contra el Covid-19 que vienen desarrollando laboratorios alemanes y norteamericanos. Los responsables del desarrollo de la vacuna y de las pruebas que se realizarán son el laboratorio Pfizer, con sede en Estados Unidos, y la compañía alemana BioNTech.

Según declararon en un comunicado ambas farmacéuticas: «el inicio del estudio clínico en Argentina está planificado para inicios de agosto, sujeto Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat)”. La vacuna se probaría en 30 mil pacientes y las pruebas se llevarían a cabo durante los meses de julio y agosto.

Alberto Fernández recibió al investigador Fernando Polack y a Nicolás Vaquer (gerente General de Pfizer Argentina) en la Quinta de Olivos.

La vacuna en cuestión emplea una nueva tecnología llamada «tecnología ARN mensajero». Según informaron, «se inyectan en el organismo y entran en las células donde brindan instrucciones para producir un determinado antígeno, en este caso, una fracción de la proteína S”, explica Gabriel Rabinovich, director del Laboratorio de Inmunopatología del Instituto de Biología y Medicina Experimental (Conicet) y docente de la UBA. La proteína “S” –bautizada “Spike”– es la encargada de habilitar el ingreso del virus a las células. En este sentido, “en un paso posterior, las células dendríticas toman la proteína y provocan las respuestas tanto de los linfocitos T como de los anticuerpos que son utilizados, en definitiva, para protegernos del virus que causa la enfermedad”.

Esta tecnología ha sido probada para otros virus pero nunca empleada de manera masiva. Es decir, se trata de un experimiento sin precedentes, no sólo se estará probando la vacuna contra el Covid-19, sino una nueva tecnología que nunca se ha empleado a gran escala.

Algunos profesionales encendieron las alertas al respecto: “Todavía no hay ninguna vacuna de ARN o ADN que esté en el calendario obligatorio. No es una tecnología que haya pasado por pruebas muy exigentes en cuanto a sus condiciones de seguridad e inmunogenicidad, como sí lo han hecho otras a lo largo de la historia”, declaró la investigadora del Conicet Juliana Cassataro, según publicó el diario Página/12.

Reiteramos, Argentina sería el conejillo de indias de una tecnología que no ha sido probada a gran escala y que, según profesionales, no ha pasado pruebas exigentes en cuanto a condiciones de seguridad. El gobierno espera, con esta «colaboración», obtener alguna ventaja a la hora de la posterior distribución de la vacuna, sin embargo, es una apuesta muy arriesgada, al exponer a pacientes a una tecnología de resultados todavía inciertos a gran escala.

Otra alerta a tener en cuenta es que la empresa ya tiene antecedentes de escándalos por manejos turbios en pruebas de medicamentos. En 2007 Pfizer fue demandada por el gobierno nigeriano tras ensayar ilegalmente un fármaco contra la meningitis que causó muertes y malformaciones a unos 200 niños y la muerte de once de ellos.

«El caso se refiere a unas pruebas clínicas realizadas por la multinacional estadounidense en el estado nigeriano de Kano, el más extenso del país, durante una epidemia de meningitis en 1996. La farmacéutica aprovechó presuntamente la epidemia para experimentar, en unos 200 niños enfermos, un nuevo fármaco en desarrollo sin tener los permisos del comité ético nigeriano y sin informar a las familias.(…) De los menores que participaron involuntariamente en los ensayos, once murieron y otros sufrieron sordera, ceguera, parálisis cerebral y otras malformaciones. El caso salió a la luz en 2000 tras una investigación del diario estadounidense The Washington Post sobre la administración del antibiótico Trovan en los niños de Kano, al que siguió una investigación del Ministerio de Sanidad nigeriano.» (El País, Nigeria demanda Pfizer por ensayar ilegalmente sus fármacos sobre la población, 05 JUN 2007).

Con estos antecedentes, no se nos podrá objetar que alertemos acerca de los riesgos que implica esta iniciativa apoyada por el gobierno nacional.